Poder
y negocios:
"Se puede conocer a México a traves del corazón"
An interview (in Spanish)
with C.M. Mayo by Dolia Estévez, October 2007. www.poder360.com
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Excerpts:
Usted fue una economista
exitosa, autora de textos que llegaron a ser best-sellers, qué la hizo abandonar su profesión?
Siempre,
desde niña, he sido ávida lectora y siempre quería
escribir. ¿Porqué estudiar economía? La
consideré una profesión literaria. Esto no es tan
peculiar como suele parecer. Mi introducción a la economía
fue a través de la filosofía política. Y
si regresas algunas décadas, antes de que, en las grandes
universidades estadounidenses, lo convertíeran a una selva
de matemáticas, estudiar economía era muy distinto.
Para mí, escribir es un proceso de entendimiento o una
exploración de complejidad. Había un tiempo, cuando
llegué a México en los ochentas y hasta principios
de los noventas, cuando quería entender y explorar las
finanzas internacionales y populares. Después de publicar
mis dos libros sobre estos temas, quise entender y explorar otras
cosas por ejemplo, Baja California, una parte de México que siempre
me había atraído, siempre me pareció muy
misteriosa. Me interesó una constelación de temas
relacionados las pinturas rupestres, las ballenas, los
jesuitas misionarios, las maquiladoras, el asasinato de Luis
Donaldo Colosio en Tijuana. Como profesora de economía
y finanzas en el ITAM, no tenía mucho chiste meterme en
un proyecto de libro tan profundo como yo quería. Pero
como escritora, ¿porqué no? Para mi el cambio de
profesión a pesar de que ahora, para distinguir
las cosas, escribo como C.M. Mayo fue mas bien una evolución,
algo natural. Consternó a otras personas, pero no a mí.
¿Cómo describe su trabajo?
Soy escritora, poeta, y traductora literaria. Hasta la fecha,
ya que he vivido en México por casi dos décadas,
no debe de ser sorpresa, mis escritos tienden a enfocarse en
temas mexicanos. Como traductora, mi especialización es
la literatura contemporánea mexicana. Mis proprios libros
son una colección de cuentos cortos, Sky Over El Nido, traducido al español
por Agustín Cadena como El cielo de El Nido (Planeta);
mi memoria de viajes en Baja California titulado Miraculous
Air
y, más recientemente, Mexico: A Traveler's Literary Companion (Whereabouts Press), una antología
de ficción y prosa literaria por 24 escritores mexicanos.
Tambien soy fundadora y editora de Tameme, un editorial bilingüe que se dedica
a publicar la nueva literatura de Norteamérica Canadá,
Estados Unidos y México. Tameme ha publicado varios escritores
y poetas mexicanos destacados, tales como Fabio Morábito,
Alberto Blanco, Jaime Sabines, Agustín Cadena, Pura López
Colomé y Coral Bracho, entre muchos más. Ahora
Tameme se dedica a la publicación de cuadernos. El primer
cuaderno es un cuento corto de Agustín Cadena; el segundo,
que se publicará este enero de 2008, es una colección
de poemas de Jorge Fernandez Granados, traducido por John Oliver
Simon.
¿Qué autor o autores, mexicanos o de otra
nacionalidad, han ejercido mayor influencia sobre su trabajo
literario?
Es una lista largísima. Para mencionar una media
docena: en ficción, Chekhov, Flaubert, Ann Patchett, y
Edith Wharton; en ensayo de viajes, V.S. Naipaul y Ted Conover.
Los que han escrito sobre México que admiro mucho incluyen
Frances Calderon de la Barca, Sam Quinones, Sara Yorke Stevenson,
Charles Flandrau y Bernal Díaz del Castillo. Hace poco
discubrí, gracias a su traductor, Los bandidos de Río
Frío por Manuel Payno. La memoria de José Luis
Blasio, Maximiliano íntimo, es espléndido.
Y claro, todos los poetas y escritores que he traducido han sido
una influencia. Como traductora, me inspiran mucho dos traductoras
en especial: Cola Franzen y Margaret Sayers Peden.
¿Se considera parte de la comunidad literaria mexicana?
Como traductora y editora de Tameme, soy aficionada y
promotora de la literatura mexicana y claro, conozco a muchos
escritores mexicanos. En ese sentido, creo que tengo cierta perspectiva
y esto me ayudó mucho en la compilación de Mexico: A Traveler's
Literary Companion.
Por el otro lado, soy una escritora norteméricana que
escribe in inglés, y eso me obliga a interactuar en otras
esferas literarias.
¿El libro que menciona es una guía para viajeros?
A pesar del subtítulo, no es un libro de guía.
Ofrece un panorama de México, de sus regiones la
frontera con Estados Unidos, el norte, Baja California, el Golfo
de México, la ciudad de México, Puebla, el Bajío,
Yucatan y más a través de las voces de sus
escritores literarios. Por ejemplo, incluye un cuento corto de
Inés Arredondo ubicado en Sinaloa; Laura Esquivel escribe
sobre Yucatan, Juan Villoro sobre un barrio de la ciudad de México.
Existe un número de antologías en inglés
sobre México, pero las más vendidas consisten de
obras originalmente en inglés. Este libro es muy diferente,
se trata de 24 autores, todos mexicanos con una sola excepción
(un breve extracto de mi memoria de Baja California, Miraculous
Air).
Es la obra también de 17 traductores. Yo hice seis de
las traducciones y escogí los textos. La mitad de los
textos son traducidos al inglés por primera vez. Todos
son autores mexicanos contemporáneos, es decir, el original
publicado posteriores a 1973 (con la excepción de Rosario
Castellanos). Representan la más alta calidad literaria
que pude encontrar. Tampoco se trata de decir, "estos son
los mejores," sino, "son grandes escritos y cuando
el lector los lea, va a adquirir un sentido de qué es
México como un todo". Creo que se puede conocer a
México a través del corazón. La literatura
de excelencia educa el corazón.
¿Qué nos puede decir de los autores, y cómo
los escogió?
Traté de reflejar la riqueza, diversidad y complejidad
de México. El libro incluye a algunos escritores prominentes,
como Carlos Fuentes, Carlos Monsiváis, y Rosario Castellanos;
otros, menos conocidos en inglés, pero ciertamente considerados
escritores sumamente destacados, son Fernando del Paso, Ricardo
Elizondo Elizondo, Juan Villoro, Alberto Ruy Sánchez,
Mónica Lavín, Àngeles Mastretta y Julieta
Campos. Hay otros, menos conocidos, pero su trabajo es excelente:
Araceli Ardón (Querétaro), Raúl Mejía
(Michoacán) y Bruno Estañol (Tabasco).
¿Qué tipo de acogida ha tenido?
Las reseñas han sido cien porciento entusiastas. Muchos
lectores no mexicanos me han dicho sorprendidos de la gran cantidad
de buenos escritores mexicanos. Pero su sorpresa no me sorprende.
En la comunidad literaria en Estados Unidos, fuera de Octavio
Paz y Carlos Fuentes, casi no se conocen otros autores mexicanos
y, aún así, mucha gente bien leída ni siquiera
a ellos conoce. Es muy triste. Hay muy pocas traducciones y,
como escribí en el prefacio, "es aún más
asombroso si se considera que Estados Unidos comparte una frontera
de 3 mil kilómetros con México".
¿Es cierto que Estados Unidos es una de las economías
industrializadas con el menor número de traducciones literarias?
Desafortunadamente.
Las últimas cifras son difíciles de conseguir,
pero puedo decir que en 2004, a nivel mundial, en inglés,
solamente tres por ciento de los libros publicados era traducciones,
y tres cuartos de éstos, de no ficción, y no necesariamente
de calidad litreraria. Un informe de la traductora Esther Allen
menciona una cifra realmente triste: entre 2000 y 2006, el número
de los libros de ficción mexicanos traducidos al inglés
y publicados en Estados Unidos es ocho. ¡Nada más
ocho! Esto quiere decir 1.3 libros por año.
¿A qué se debe que haya tan pocas traducciones
de literatura mexicana al inglés?
Primero que nada, tenemos el prejuicio nacional de leer en nuestro
propia idioma y, desde luego, para un editorial, es difícil
vender la obra de un autor que no es conocido en Estados Unidos,
aún que sea famoso en su propio país. Y por si
fuera poco, el costo de las traducciones literarias es muy alto.
Además, traducir literatura es muy diferente a traducir,
digamos, manuales médicos o informes anuales; verdaderamente
es un arte. Creo que estos son los problemas centrales.
¿Diría que existe ignorancia
sobre México enel mundo literario
estadounidense?
Hay algunas excepciones magníficas: basta mencionar los
escritores Luis Alberto Urrea, Sam Quinones, Bruce Berger y Philip
Garrison. No obstante, por lo general, hay mucha ignorancia.
Cuando incluí el cuento de Juan Villoro sobre los niños
bien del Pedregal en el libro, hubo quienes se molestaron. Mucha
gente va a México porque quiere ver a alguien hacer tortillas.
Desde luego, esas imagenes tambien están en el libro.
Pero, ¿quién es mexicano y qué es ser mexicano?
Es algo tan basto como diverso.
¿Cuál es su proyecto literario más reciente?
Estoy finalizando, después de unos cinco años de
investigación, una novela histórica que se desarrolla
en México, Paris, y Washington a mediados del siglo XIX.
No todos pero la mayoría de los personajes, temas y escenarios,
son mexicanos. El título es The Last Prince
of the Mexican Empire
(El último principe del Imperio Mexicano). Maximiliano es uno de los personajes
principales.
¿Por qué su interés en Maximiliano,
protagonista de un episodio de la historia que muchos mexicanos
consideran trágica para la nación?
Lo que despertó mi interés es que había
un grupo de estadounidenses que estuvieron muy involucrados en
la sociedad de esa época y el Embajador de Estados Unidos
en París coadyuvó a que los franceses salieran
de México. Como estadounidense que vive en México,
esto me pareció muy interesante. Maximiliano fue el emperador
de México a finales de la Guerra Civil en Estados Unidos,
respaldado por el ejército francés. De hecho, existen
algunos paralelos interesantes con el papel de Estados Unidos
en Iraq.
Cuando estaba trabajando en Miraculous Air, mi memoria de viajes
en Baja California, mi idea original era escribir sobre el lugar
como territorio mexicano y creí que todo lo que iba a
leer iba a ser sobre mexicanos, pero pronto me di cuenta que
es imposible escribir sobre la península sin hacerlo sobre
los estadounidenses. Son una parte intrínseca de la cultura,
economía, política y historia de Baja California.
Últimamente ha habido un boom, pero su presencia no es
un fenómeno reciente. De hecho, gran parte de la literatura
sobre Baja California está escrita en inglés. Por
eso, empecé a interesarme mucho en la historia de los
estadounidenses en México.
¿No teme que su novela sobre Maximiliano sea interpretada
como una reivindicación del último Emperador?
Todo lo contrario.
En sus escritos se refiere al respaldo que recibe de su
esposo, "A.", en su trabajo literario, como cuando
la animó a que viajaran juntos a Europa a visitar el Castillo
de Miramar, de Maximiliano. ¿Es el Secretario Carstens
su mejor crítico y asesor literario?
El único lugar donde he mencionado a mi esposo
en un texto es en este ensayo que mencionas, "From Mexico
to Miramar or, Across the Lake of Oblivion," ("De México
a Miramar o, A Través del Lago del Olvido"), sobre
un viaje en 2003. Aunque se publicó recientemente en la
Massachusetts Review, una revista literaria, lo escribí
hace tres años. Se me dificultó publicar ese ensayo;
me gustaría pensar que esto era debido a que es muy largo.
Total, es cierto que le refiero a mi esposo como "A."
y esto, no para ser misterioso sino porque me pareció
un toque tan divertido como atinado (debido al tópico),
esta tradición de memorias de viaje del siglo XIX, en
donde los compañeros raramente llevan nombres completos
en las versiones publicadas. ¡Pero nadie se dio cuenta
de lo que estaba haciendo! Este ensayo, ya disponsible en mi
página web en inglés, está traducido al
español por la escritora mexicana Araceli Ardón,
y se publicará proximamente. Es mi esposo mi mejor crítico
y asesor literario? Mas bien es mi mejor amigo. Y claro, también
me asesora mucho con mis traducciones. De hecho, precisamente
por eso he especializado en traducir la literatura contemporánea
mexicana: me facilita mucho tener mi asistente de casa.
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